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Éxito de clamor para Capea

El Niño de la Capea dijo adiós al toreo cortando las dos orejas y el rabo a un toro de Buendía. Se acarteló junto al Litri y José Luis Ramos, que tomaba la alternativa. El diestro le brindó su último oponente a su banderillero El Brujo, que también se retiraba de los ruedos

Salamanca fue un auténtico hervidero de expectación aquella tarde, 14 de septiembre de 1988. El Niño de la Capea decía adiós a los toros, después de diecisiete temporadas entre los primeros del escalafón y seis de ellas como líder indiscutible. Lo hacía cuando se encontraba en los alto de la cúspide de su maestría, aunque a principio de los 90 reaparecería de nuevo. Pedro Gutiérrez decidió retirarse de manera inesperada el 14 de septiembre de 1988, junto a su fiel compañero y amigo «EL Brujo», que se retiraba de los ruedos como banderillero. Al caer la tarde, el coso charro llevó a uno de sus toreros camino de la gloria, cortando dos orejas y el rabo al último astado de Joaquín Buendía, que atendía por «Borrascoso».

Tercera corrida de la feria de Salamanca de 1988 con toros de Joaquín Buendía. Lleno hasta la bandera y, en cartel, El Niño de la Capea, de azul marino y oro; Litri, de grosella y azabache, y José Luis Ramos, que tomaba la alternativa, de gris perla y oro.

«No anuncié mi retirada porque los toreros somos así. Tendemos más a los impulsos del corazón que a las decisiones reflexionadas, tanto para apartarnos de los ruedos como para volver». Con estas palabras, justifica hoy El Niño de la Capea su despedida de los ruedos el 14 de septiembre de 1988 en La Glorieta de Salamanca. Un adiós sorprendente e inesperado que compartió junto a El Brujo, su banderillero de confianza, que también se retiraba aquella tarde, aunque, en el caso del diestro salmantino, reapareciera a principio de los 90: «Sólo sabíamos los dos que nos íbamos a despedir en aquella corrida. Fue un homenaje a mi mejor amigo, colaborador y a mi gran maestro El Brujo, -apunta Pedro-. Tenía la seguridad de que él no se iba a vestir de luces con nadie más».

Damián Castaño: ‘Aunque no he conseguido triunfar en La Glorieta, valoro el reconocimiento de los grandes aficionados’

Nombre: Damián Castaño Pérez.

Fecha de nacimiento: 17-12- 1990
Debut en público: 16-08-2004, Fuentelapeña (Zamora)

Debut de luces: 17-03-2007, Arnedo (La Rioja)

Apoderado actual: José Ignacio Cascón

 

¿Qué fue lo que hizo que desde pequeño soñara con ser torero?

En mi casa he vivido el toro desde siempre y viendo a mi hermano Javier desde muy pequeño torear y acompañándole a los sitios a los que toreaba. A partir de ahí me llegó la afición y decidí desde entonces ser torero.

Esta profesión es sacrificada y difícil, y los  primeros pasos más aún, ¿cómo fueron sus inicios?

Los inicios fueron muy bonitos, pero a la vez duros. Tuve que esperar desde los 9 años que empecé a entrenar hasta que me apunté a la Escuela a los 16 sin poder torear vestido de luces. La ley no lo permite hasta esa edad, pero fue esa una etapa en la que aprendí mucho en la Escuela: hice muchos tentaderos y toreé bastantes becerros en clases prácticas dejando buen sabor en los aficionados.

¿Tres palabras con las que se defina Damián Castaño como novillero?

Afición, constancia y frescura.

¿El torero nace o se hace?

Se hace claramente.

Las tardes en el lugar de procedencia son diferentes para todos los diestros. En su caso,  ¿qué le hace sentirse especial cuando torea en su tierra?

La verdad que en La Glorieta nunca se me han dado las cosas bien, pero me siento especial porque es mi tierra y porque hay grandes aficionados salmantinos que saben valorar el esfuerzo.

¿Cómo sería una tarde perfecta?

Una tarde perfecta es cuando disfrutas delante de los toros, cuando te sale un toro que se deja hacer las cosas como las sientes. Disfrutar toreando es una maravillosa y si ya cortas las orejas pues mejor aún. Es esa tarde en la que llegas al hotel, te quitas el vestido y sientes que lo has dado todo y no dejaste nada en el hotel.

Una actuación que haya quedado en su memoria.

Afortunadamente he tenido tardes muy bonitas, pero si me tuviera que quedar con alguna me quedo con mi presentación en Madrid con la espina de haber pinchado los toros, no fue el novillo que mejor he toreado en mi vida, pero a partir de esa tarde me salieron muchos contratos.

¿Capote o muleta?

Me encuentro más a gusto con la muleta porque me siento más con ella. Con el capote estoy entrenando mucho y haciendo mucho hincapié, porque me  encantaría algún día poder torear bien con el capote. Es una suerte fundamental en el toreo.

Un torero al que admire.

A mi hermano Javier, siempre lo he admirado mucho, por su sacrificio y constancia desde siempre y por sus muchas virtudes y cualidades. Al maestro Santiago Martin ‘El Viti’, aunque no tuve la suerte de poderle ver en directo, he visto muchos videos y siempre lo he admirado mucho; y por último, al maestro Dámaso González por su valor y, sobre todo por su temple.

Una de las figuras del momento: José Tomás, ¿criticado o admirado?

Para mí José Tomas es el torero con más valor de los que conozco y sin ninguna duda es admirado.

La plaza de Las Ventas ¿es tanto como dicen, que te lanza o te deja en el olvido durante algún tiempo?

Cuando haces un esfuerzo en Las Ventas y tienes premios esa tarde te relanza para torear en otros sitios. Además, cuando vas a Madrid la gente se entrega contigo, es una afición de grandes aficionados.

¿Cómo es el balance que hace de esta temporada?

La primera parte de la temporada no me salieron las cosas como yo esperaba y se vino abajo un poco todo, pero a partir del mes de agosto hubo tardes buenas, un balance bueno en el mes de septiembre, quitando la feria de Salamanca en la que una vez más no se me dieron las cosas bien.

Juan José Padilla, un torero referente… ¿Qué es lo que hace a un torero no abandonar su profesión?

La fuerza de voluntad del maestro Padilla es impresionante, estoy seguro que se pondrá bien del todo, es un gran torero y una gran persona, y lo que hace a un torero no abandonar la profesión es porque aunque es dura siempre merece la pena, porque el esfuerzo tiene su recompensa.

¿Cómo definiría el momento actual por el que está pasando su carrera profesional?

Estoy en un momento de evolución en el que día a día entreno para corregir los muchos  defectos que aún tengo. Todo para seguir creciendo como torero.

Un miedo.

No hay que tener miedo. Todos los problemas que vengan hay que afrontarlos.

Qué le dicen las palabras ‘valor’ y ‘sacrificio’ en su profesión.

Son palabras imprescindibles para poder funcionar en este mundo. Hay que tener un mínimo de valor para ponerse delante del toro y esta profesión requiere mucho sacrificio y constancia.

Tras la prohibición de los toros en Cataluña, ¿cómo ve el futuro de la fiesta?

Es una autentica pena, espero que muy pronto Barcelona vuelva a tener toros, y deseo que en el futuro la Fiesta tenga siempre el protagonismo que merece tener.

¿Con qué sueña Damián Castaño?

Mi sueño a más corto plazo es terminar mi etapa como novillero triunfando y coger fuerza para tomar la alternativa.

Ángel Bravo: ‘Sueño con cuajar dos toros en Madrid, matarlos por arriba y que me saquen en volandas a gritos de ¡torero, torero!’

 Nombre: Ángel Manuel Bravo Montero.
Fecha de nacimiento: 23/03/1987.
Debut en público: 15/08/2005, Fuentes de Oñoro (Salamanca).
Debut de luces: 07/09/2005, Mieza (Salamanca).
Apoderado actual: Manolo Herrero.

¿Qué fue lo que hizo que desde pequeño soñara con ser torero? Desde que era pequeño a mi madre le doblaba las agujas de punto, simulando que eran espadas, mataba a los cojines del sofá y banderilleaba con las agujas largas de punto. Con pocos años, ya sabía que quería ser torero, pero en mi casa no lo veían bien. A los 16 años ya me escapaba de casa sin que se enteraran, para ir a las fiestas de los pueblos, y a las tapias, para ponerme delante de las vacas, y todo esto, sin conocimiento ninguno. En una de esas, una vaca me cogió y tuve un puntacín, y ahí mi padre aprobó que me apuntase a la Escuela de tauromaquia, aunque solo fuera para aprenderme a defender.

Esta profesión es sacrificada y difícil, y los primeros pasos más aún, ¿cómo fueron sus inicios?

En noviembre de 2003 entré en la Escuela de Salamanca, hasta septiembre de 2009, con mi debut con caballos. Estos fueron años muy bonitos y que nunca olvidare. Pase de soñar con el toro a vivir con él e ilusionarme. Mate 73 novilladas desde 2005 a 2009, toreé dos tardes en Salamanca (una con salida a hombros), en la Condomina (Murcia), en Arlés (Francia) y en Portugal. Me proclamé triunfador del Bolsín de Zamora en 2007, cuarto finalista del Bolsín de Ciudad Rodrigo, ese mismo año. Un año más tarde, triunfador del Bolsín de Vila Franca de Xira (Portugal).  Tercer finalista del Bolsín de Guadalajara y premio en metálico a la mejor faena en una novillada sin caballos en la región francesa de Aire sur l’adour. Todo fueron satisfacciones hasta el 2009, ahí las lesiones fueron muchas: lesión de tobillo, en la mano derecha y en la izquierda, aparte de una cornada en el campo en el escroto de 13cm.

¿Tres palabras con las que se defina Ángel Manuel Bravo?

Luchador, sentimental y apasionado por esta profesión.

¿El torero nace o se hace?

Hay que nacer torero para aguantar todo lo bueno y lo malo, pero el tiempo te hace más torero, con más reposo, con más torearía; como el buen vino con muchos años de barrica.

¿Las tardes en el lugar de procedencia son diferentes?

Sí es diferente, es una tarde con más responsabilidad, es una tarde especial e importante y, en ellas siempre intentas dar la mejor versión de tu toreo.

¿Cómo sería una tarde perfecta?

Cuajar dos toros en Madrid, matarlos por arriba y que te saquen en volandas a gritos de ¡torero, torero! Es como acariciar el cielo con las yemas de los dedos… es más, se me ponen los pelos de punta sólo de pensarlo.

Una que haya quedado en su memoria.

Me quedo con la salida a hombros  sin caballos en Salamanca en 2008. Corté las orejas a un rajado novillo de Miranda de Pericalvo. También recuerdo con cariño el día del debut con caballos, en el que corté cuatro orejas, o la tarde en Navas del Rey, porque aunque pinché con la espada, corté una oreja a las puertas de Madrid.

¿Alguna ganadería por la que sienta especial predilección?

Con Aldeanueva, los de Atasio o el encaste de Graciliano, me siento muy a gusto.

¿Algún encaste en concreto que vea más complicado?

Por la experiencia, la mayoría de las cornadas y fracturas han sido del encaste Santacoloma. El toro es muy certero cuando te coge, aunque es cierto que el toro que sale bueno es una maquina de envestir. Aunque ahora mismo no exijo ningún tipo de ganadería, me conformo con lo que me echan.

¿Con qué se encuentra más a gusto con el capote o con la muleta?

La verdad es que estoy a gusto con todo menos con la espada. Llevo una mala racha a la hora de matar… Con el capote pego lances al 98% y me encuentro muy cómodo; pero con la muleta me siento más, sobre todo con la mano izquierda, es con la que más disfruto y muestro profundidad en mi toreo.

Figuras a las que tenga como referentes.

Morante, por su torería, elegancia y gusto; El Juli, por su técnica perfecta, muletazos largos y de profundidad;  José Tomás, por su valor; Curro Díaz, por su sello personal y su desmayo; y Manzanares su plasticidad y espada. La ilusión de mi vida sería poder reunir los matices de cada uno en uno.

La plaza de Las Ventas ¿es tanto como dicen, que te lanza o te deja en el olvido durante algún tiempo?

En mi caso creo que en Madrid tengo más que ganar que de perder. Quiero seguir un consejo que me dio el maestro Andrés Vázquez en unos entrenamientos previos a mi actuación a la ventas: “Cuando llegues, te pones en el centro del ruedo y extiendes las manos, una hacia la puerta grande y hacia otra la enfermería, y dejas en centro la mediocridad, ahí tú decides y sabrás lo que quieres…

A lo largo de tu trayectoria como novillero tuviste un grave percance el pasado 17 de septiembre en Majadahonda (Madrid), ¿qué ha supuesto el volver a probarte ahora en el campo hace quince días tras una cogida de tal envergadura? Lo entiendo como dos medallas, como el carpintero que se macha un dedo, el torero cuando se descuida le pega una cornada. Con experiencias como éstas, te das cuenta que lo que de verdad sueñas es difícil y que hay que luchar mucho por alcanzar las metas. Ahora a continuar el camino luchando y trabajando muy duro… Luchas por lo que quieres, y el apoyo de la afición y de las personas que confían en ti, es una importante motivación.

¿Cómo definiría el momento actual por el que está pasando?

La sierra de Madrid y el Valle del «terror» me están haciendo fuerte. Además, tengo mucho ambiente por esa zona, y estoy preparado para cuajar los toros, aprendiendo a corregir defectos y sobre todo con la espada, pero la verdad es muy buen momento; es más, quien me ha visto se ha sorprendido mucho de mi evolución.

Con qué sueña Ángel Manuel Bravo.

Ser matador de toros, y ser feliz en la vida junto a toda la gente que me apoya y me quiere.

Tus grandes miedos.

El fracaso, el rechazo y la tristeza en el vida.

Tras la prohibición de los toros en Cataluña, ¿cómo ves el futuro de la fiesta?

Es todo política, prohíben lo que huele a español. Todos sabemos que es una manera que tienen para luchar por la independencia, pero esto nos está repercutiendo tanto a los aficionados a los toros como a los que profesionalmente trabajan en esto.

Museo Taurino de Salamanca

El Museo Taurino de Salamanca se presenta como un auténtico homenaje a la tauromaquia y a la ciudad de Salamanca, haciendo así decoro a ese dicho popular que define a la capital como “arte, saber y toros”. Y es que, descubrir, defender, promocionar nuestra querida y maltrecha Fiesta Nacional y, más aún, desde la historia de los grandes que han hecho historia en el toreo salmantino —“El Viti”, Julio Robles y el Niño de la Capea— es el principal objetivo de esta muestra. Como dijo el mejor representante de la Escuela salmantina Fray Luis de León, “las corridas están en la sangre del pueblo español y no pudieren ser suprimidas sin enfrentar una seria acción”.

JOYAS HERDADAS DEL TOREO

Un paseo por la historia de maestros salmantinos que ocuparon el trono de la tauromaquia con el aura de los seres legendarios.

El museo “Primitivo Sánchez Laso” fue inaugurado el 29 de diciembre de 1993, jornada en la que la Federación de Peñas Taurinas de Salamanca ‘Helmántica’ decidió ponerse al frente de la gestión de una de las joyas artísticas que iba a poner un sello añadido a la cultura de Salamanca y a su enorme afición por los toros. Se le bautizó con el nombre de un aficionado de larga tradición, que durante muchos años fue presidente de la Peña Taurina Salmantina.

José Martín Hernández es el actual presidente de la Federación que se creó en 1989,  con el propósito de acoger a peñas de aficionados, seguidores de toreros salmantinos que por aquel entonces existían en la provincia; y así recoger la historia taurina de Salamanca. La Peña Taurina ‘Paco Pallarés’, Peña Taurina ‘El Viti’, Peña Taurina Salmantina, Peña Taurina ‘Niño de la Capea’, Peña Taurina ‘Tendido Universitario’, Peña Taurina ‘Cesterito’, Peña Taurina ‘Víctor Manuel’, Peña Taurina ‘Tom´s Pallín’, Peña Taurina ‘Rui Bento Vázquez’ y Peña Taurina ‘Julio Robles’, la Peña Taurina ‘Pepe Luís Gallego’, la Peña Taurina ‘José Ramón Martín’ y la Peña Taurina ‘José Luis Ramos’.

Partiendo de la base de que “El Viti”, matador charro de sobriedad y elegancia, Julio Robles, amante de las faenas camperas y de la caza, y el Niño de la Capea, joven salmantino de gran sentido artístico, han sido los grandes toreros salmantinos que han hecho historia en el mundo taurino, existen diferentes salas que giran en torno a ellos. Encontramos sus respectivos y significativos trajes —cada uno con un diseño propio, ya que no compartían sastre— : trajes de luces, de banderilleros, de corto, de picadores —de la familia Pérez Tabernero, los Cáneba o los Herrero— o trajes goyescos, banderillas, estoques, maletas, antiguos clarines, muletas y capotes. Además de fotografías, pinturas y esculturas en las que aparecen representados, muchos de ellos en plena faena. Destacan el busto en bronce del Viti, realizado por Ángel Mateos y el de Julio Robles, de Amable Diego.

Tres maestros salmantinos de temperamento aventurero, rebeldes y amantes del peligro, y que, a medida que pasaba el tiempo, crecían en tamaño, poder, astucia y encoro, convirtiendo cada detalle de su faena en algo excepcional, extraordinario y único; movimientos con los que hacían estremecer a los asistentes.

Por otra parte, existe una gran variedad de recuerdos taurinos en los que aparecen ilustrados  otros maestros de la época, en carteles de diestros salmantinos (de corridas generales y otras extraordinarias), sellos, abanicos, cajas de cerillas, cupones de lotería, billetes de viaje, pañuelos…, cualquier complemento es válido para adornarlo con algún elemento que ilustre la Fiesta. Todo esto, queda enmarcado en tres materias claras, el mundo del toro, del toreo y la representación en el arte de la tauromaquia. Adquisiciones que han sido donadas por cada torero, picador, banderillero o aficionado. En definitiva, objetos que, bien por su valor artístico o histórico, han sido donados por parte de aproximadamente  500 particulares.

En el espacio dedicado a la pintura, encontramos cuadros de Joaquín Ramos, de Florencio Vicente, de García Campos y de Manuel García Asejo, entre otros. Instantáneas con historia y encanto de los distintos escenarios que han sido plaza de toros.

Objetos con mucha historia, y otros muy novedosos, desde el traje con más antigüedad de Nicanor Villalta de 1920, hasta la última adquisición del museo, una donación de un libro en inglés para aficionados extranjeros, en el que se explican los pases y la evolución de la faena.

Si tuviéramos que definir al perfil más habitual de visitantes, vemos que al museo acude, por un lado, el extranjero que viene  a estudiar cursos internacionales de verano y que no conoce absolutamente nada de la fiesta; y por otro lado, vemos al buen aficionado que viene a pasar unos días a Salamanca con su familia y disfruta moviéndose en este ambiente en el que se recogen verdaderas joyas del mundo del toreo, desde objetos de colección, hasta las grandes esencias que han marcado y definido los momentos claves en la carrera profesional de banderilleros, picadores, maletillas, y toreros que nacieron en estas tierras charras, zona con una tradición arraigada de la que emanan muchos sentimientos por el mundo de los toros.

El Museo Taurino es el gran desconocido entre los museos, dentro de la parte cultural. Tanto  por parte del salmantino de a pie, del ciudadano normal, como por parte de instituciones.

Una de las herencias más bonitas y valiosas, que viene de prole en prole, y que ocupa un puesto trascendental, único y precioso en nuestro saber popular.

Hablamos de Santiago Martín «El Viti»