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Crónicas sociales: Feria Salamanca (La Gaceta Regional)

Damián Castaño: ‘Aunque no he conseguido triunfar en La Glorieta, valoro el reconocimiento de los grandes aficionados’

Nombre: Damián Castaño Pérez.

Fecha de nacimiento: 17-12- 1990
Debut en público: 16-08-2004, Fuentelapeña (Zamora)

Debut de luces: 17-03-2007, Arnedo (La Rioja)

Apoderado actual: José Ignacio Cascón

 

¿Qué fue lo que hizo que desde pequeño soñara con ser torero?

En mi casa he vivido el toro desde siempre y viendo a mi hermano Javier desde muy pequeño torear y acompañándole a los sitios a los que toreaba. A partir de ahí me llegó la afición y decidí desde entonces ser torero.

Esta profesión es sacrificada y difícil, y los  primeros pasos más aún, ¿cómo fueron sus inicios?

Los inicios fueron muy bonitos, pero a la vez duros. Tuve que esperar desde los 9 años que empecé a entrenar hasta que me apunté a la Escuela a los 16 sin poder torear vestido de luces. La ley no lo permite hasta esa edad, pero fue esa una etapa en la que aprendí mucho en la Escuela: hice muchos tentaderos y toreé bastantes becerros en clases prácticas dejando buen sabor en los aficionados.

¿Tres palabras con las que se defina Damián Castaño como novillero?

Afición, constancia y frescura.

¿El torero nace o se hace?

Se hace claramente.

Las tardes en el lugar de procedencia son diferentes para todos los diestros. En su caso,  ¿qué le hace sentirse especial cuando torea en su tierra?

La verdad que en La Glorieta nunca se me han dado las cosas bien, pero me siento especial porque es mi tierra y porque hay grandes aficionados salmantinos que saben valorar el esfuerzo.

¿Cómo sería una tarde perfecta?

Una tarde perfecta es cuando disfrutas delante de los toros, cuando te sale un toro que se deja hacer las cosas como las sientes. Disfrutar toreando es una maravillosa y si ya cortas las orejas pues mejor aún. Es esa tarde en la que llegas al hotel, te quitas el vestido y sientes que lo has dado todo y no dejaste nada en el hotel.

Una actuación que haya quedado en su memoria.

Afortunadamente he tenido tardes muy bonitas, pero si me tuviera que quedar con alguna me quedo con mi presentación en Madrid con la espina de haber pinchado los toros, no fue el novillo que mejor he toreado en mi vida, pero a partir de esa tarde me salieron muchos contratos.

¿Capote o muleta?

Me encuentro más a gusto con la muleta porque me siento más con ella. Con el capote estoy entrenando mucho y haciendo mucho hincapié, porque me  encantaría algún día poder torear bien con el capote. Es una suerte fundamental en el toreo.

Un torero al que admire.

A mi hermano Javier, siempre lo he admirado mucho, por su sacrificio y constancia desde siempre y por sus muchas virtudes y cualidades. Al maestro Santiago Martin ‘El Viti’, aunque no tuve la suerte de poderle ver en directo, he visto muchos videos y siempre lo he admirado mucho; y por último, al maestro Dámaso González por su valor y, sobre todo por su temple.

Una de las figuras del momento: José Tomás, ¿criticado o admirado?

Para mí José Tomas es el torero con más valor de los que conozco y sin ninguna duda es admirado.

La plaza de Las Ventas ¿es tanto como dicen, que te lanza o te deja en el olvido durante algún tiempo?

Cuando haces un esfuerzo en Las Ventas y tienes premios esa tarde te relanza para torear en otros sitios. Además, cuando vas a Madrid la gente se entrega contigo, es una afición de grandes aficionados.

¿Cómo es el balance que hace de esta temporada?

La primera parte de la temporada no me salieron las cosas como yo esperaba y se vino abajo un poco todo, pero a partir del mes de agosto hubo tardes buenas, un balance bueno en el mes de septiembre, quitando la feria de Salamanca en la que una vez más no se me dieron las cosas bien.

Juan José Padilla, un torero referente… ¿Qué es lo que hace a un torero no abandonar su profesión?

La fuerza de voluntad del maestro Padilla es impresionante, estoy seguro que se pondrá bien del todo, es un gran torero y una gran persona, y lo que hace a un torero no abandonar la profesión es porque aunque es dura siempre merece la pena, porque el esfuerzo tiene su recompensa.

¿Cómo definiría el momento actual por el que está pasando su carrera profesional?

Estoy en un momento de evolución en el que día a día entreno para corregir los muchos  defectos que aún tengo. Todo para seguir creciendo como torero.

Un miedo.

No hay que tener miedo. Todos los problemas que vengan hay que afrontarlos.

Qué le dicen las palabras ‘valor’ y ‘sacrificio’ en su profesión.

Son palabras imprescindibles para poder funcionar en este mundo. Hay que tener un mínimo de valor para ponerse delante del toro y esta profesión requiere mucho sacrificio y constancia.

Tras la prohibición de los toros en Cataluña, ¿cómo ve el futuro de la fiesta?

Es una autentica pena, espero que muy pronto Barcelona vuelva a tener toros, y deseo que en el futuro la Fiesta tenga siempre el protagonismo que merece tener.

¿Con qué sueña Damián Castaño?

Mi sueño a más corto plazo es terminar mi etapa como novillero triunfando y coger fuerza para tomar la alternativa.

Ángel Bravo: ‘Sueño con cuajar dos toros en Madrid, matarlos por arriba y que me saquen en volandas a gritos de ¡torero, torero!’

 Nombre: Ángel Manuel Bravo Montero.
Fecha de nacimiento: 23/03/1987.
Debut en público: 15/08/2005, Fuentes de Oñoro (Salamanca).
Debut de luces: 07/09/2005, Mieza (Salamanca).
Apoderado actual: Manolo Herrero.

¿Qué fue lo que hizo que desde pequeño soñara con ser torero? Desde que era pequeño a mi madre le doblaba las agujas de punto, simulando que eran espadas, mataba a los cojines del sofá y banderilleaba con las agujas largas de punto. Con pocos años, ya sabía que quería ser torero, pero en mi casa no lo veían bien. A los 16 años ya me escapaba de casa sin que se enteraran, para ir a las fiestas de los pueblos, y a las tapias, para ponerme delante de las vacas, y todo esto, sin conocimiento ninguno. En una de esas, una vaca me cogió y tuve un puntacín, y ahí mi padre aprobó que me apuntase a la Escuela de tauromaquia, aunque solo fuera para aprenderme a defender.

Esta profesión es sacrificada y difícil, y los primeros pasos más aún, ¿cómo fueron sus inicios?

En noviembre de 2003 entré en la Escuela de Salamanca, hasta septiembre de 2009, con mi debut con caballos. Estos fueron años muy bonitos y que nunca olvidare. Pase de soñar con el toro a vivir con él e ilusionarme. Mate 73 novilladas desde 2005 a 2009, toreé dos tardes en Salamanca (una con salida a hombros), en la Condomina (Murcia), en Arlés (Francia) y en Portugal. Me proclamé triunfador del Bolsín de Zamora en 2007, cuarto finalista del Bolsín de Ciudad Rodrigo, ese mismo año. Un año más tarde, triunfador del Bolsín de Vila Franca de Xira (Portugal).  Tercer finalista del Bolsín de Guadalajara y premio en metálico a la mejor faena en una novillada sin caballos en la región francesa de Aire sur l’adour. Todo fueron satisfacciones hasta el 2009, ahí las lesiones fueron muchas: lesión de tobillo, en la mano derecha y en la izquierda, aparte de una cornada en el campo en el escroto de 13cm.

¿Tres palabras con las que se defina Ángel Manuel Bravo?

Luchador, sentimental y apasionado por esta profesión.

¿El torero nace o se hace?

Hay que nacer torero para aguantar todo lo bueno y lo malo, pero el tiempo te hace más torero, con más reposo, con más torearía; como el buen vino con muchos años de barrica.

¿Las tardes en el lugar de procedencia son diferentes?

Sí es diferente, es una tarde con más responsabilidad, es una tarde especial e importante y, en ellas siempre intentas dar la mejor versión de tu toreo.

¿Cómo sería una tarde perfecta?

Cuajar dos toros en Madrid, matarlos por arriba y que te saquen en volandas a gritos de ¡torero, torero! Es como acariciar el cielo con las yemas de los dedos… es más, se me ponen los pelos de punta sólo de pensarlo.

Una que haya quedado en su memoria.

Me quedo con la salida a hombros  sin caballos en Salamanca en 2008. Corté las orejas a un rajado novillo de Miranda de Pericalvo. También recuerdo con cariño el día del debut con caballos, en el que corté cuatro orejas, o la tarde en Navas del Rey, porque aunque pinché con la espada, corté una oreja a las puertas de Madrid.

¿Alguna ganadería por la que sienta especial predilección?

Con Aldeanueva, los de Atasio o el encaste de Graciliano, me siento muy a gusto.

¿Algún encaste en concreto que vea más complicado?

Por la experiencia, la mayoría de las cornadas y fracturas han sido del encaste Santacoloma. El toro es muy certero cuando te coge, aunque es cierto que el toro que sale bueno es una maquina de envestir. Aunque ahora mismo no exijo ningún tipo de ganadería, me conformo con lo que me echan.

¿Con qué se encuentra más a gusto con el capote o con la muleta?

La verdad es que estoy a gusto con todo menos con la espada. Llevo una mala racha a la hora de matar… Con el capote pego lances al 98% y me encuentro muy cómodo; pero con la muleta me siento más, sobre todo con la mano izquierda, es con la que más disfruto y muestro profundidad en mi toreo.

Figuras a las que tenga como referentes.

Morante, por su torería, elegancia y gusto; El Juli, por su técnica perfecta, muletazos largos y de profundidad;  José Tomás, por su valor; Curro Díaz, por su sello personal y su desmayo; y Manzanares su plasticidad y espada. La ilusión de mi vida sería poder reunir los matices de cada uno en uno.

La plaza de Las Ventas ¿es tanto como dicen, que te lanza o te deja en el olvido durante algún tiempo?

En mi caso creo que en Madrid tengo más que ganar que de perder. Quiero seguir un consejo que me dio el maestro Andrés Vázquez en unos entrenamientos previos a mi actuación a la ventas: “Cuando llegues, te pones en el centro del ruedo y extiendes las manos, una hacia la puerta grande y hacia otra la enfermería, y dejas en centro la mediocridad, ahí tú decides y sabrás lo que quieres…

A lo largo de tu trayectoria como novillero tuviste un grave percance el pasado 17 de septiembre en Majadahonda (Madrid), ¿qué ha supuesto el volver a probarte ahora en el campo hace quince días tras una cogida de tal envergadura? Lo entiendo como dos medallas, como el carpintero que se macha un dedo, el torero cuando se descuida le pega una cornada. Con experiencias como éstas, te das cuenta que lo que de verdad sueñas es difícil y que hay que luchar mucho por alcanzar las metas. Ahora a continuar el camino luchando y trabajando muy duro… Luchas por lo que quieres, y el apoyo de la afición y de las personas que confían en ti, es una importante motivación.

¿Cómo definiría el momento actual por el que está pasando?

La sierra de Madrid y el Valle del «terror» me están haciendo fuerte. Además, tengo mucho ambiente por esa zona, y estoy preparado para cuajar los toros, aprendiendo a corregir defectos y sobre todo con la espada, pero la verdad es muy buen momento; es más, quien me ha visto se ha sorprendido mucho de mi evolución.

Con qué sueña Ángel Manuel Bravo.

Ser matador de toros, y ser feliz en la vida junto a toda la gente que me apoya y me quiere.

Tus grandes miedos.

El fracaso, el rechazo y la tristeza en el vida.

Tras la prohibición de los toros en Cataluña, ¿cómo ves el futuro de la fiesta?

Es todo política, prohíben lo que huele a español. Todos sabemos que es una manera que tienen para luchar por la independencia, pero esto nos está repercutiendo tanto a los aficionados a los toros como a los que profesionalmente trabajan en esto.

‘Hasta el rabo, todo es toro’

Desde que muere la res en el ruedo hasta que llega a la mesa pasa por un largo proceso sanitario e higiénico; todo con el fin de que se pueda comercializar esa carne de lidia en el mercado.

Los toros, sin duda, han sido y son aprovechados des que salen a la plaza para ser lidiados hasta que se convierten en un plato de uno de nuestros menús. El toro en sí tiene multitud de utilidades; pero principalmente se destina al consumo de la carne de lidia, y haciendo referencia a ese dicho popular es que «Hasta el rabo, todo es toro».

Estocada de Ángel Manuel Bravo en la Feria de Salamanca 2011

Estocada de Ángel Manuel Bravo, Feria de Salamanca 2011

La faena del diestro culmina con la muerte del toro, tras la estocada del espada y una vez que el toro muere en la plaza, se arrastra con las mulillas hasta el patio del desolladero, allí se desangra y se carga en un camión que lo traslada al matadero. Por lo general los animales se trasladan de tres en tres en dos turnos; es decir, hasta el tercer toro y del cuatro al sexto de la tarde.

Una vez que el ganado llega al matadero, se cuelga y se le cortan las patas y los cuernos. Se cuelga el animal por la pata derecha, se abre por el medio, y se va desollando la piel -se arrastra la piel con un ‘tirapieles’ que se engancha con dos cadenas-. Las vísceras es la parte que se analiza por los veterinarios. Tras esto, llega a una sala en la que se despieza el vacuno y, desde ahí,  se distribuye a las carnicerías para su venta.

EL APUNTE

Requisitos. Para que la carne pueda llegar al mercado debe pasar unos controles. Una vez realizados los saneamientos en vida en la explotación antes de ser lidiados, deben pasar dos controles días antes. Las pruebas veterinarias deben dar negativo, con este resultado se aprueba que los animales están sanos; en otras palabras, que pueden ser lidiados, llegar al matadero, y posteriormente salir al mercado para el consumo.

La música torera

Con alegres y toreros compases, la banda de música deleita con partituras de pasodobles las tradicionales tardes de toros. «Santiago Martín ‘El Viti’, siempre que sale a la arena, arma la marimorena«: estas palabras forman parte del estribillo del pasodoble dedicado al diestro de Salamanca. El pasodoble, música típica del baile español, suena en todas las corridas de toros, a excepción de Las Ventas de Madrid.

Pasodobles tradicionales que llegan a las ferias y a los cosos taurinos en concreto combinando en sus partituras diferentes tipos de instrumentos, viento madera, viento metal y percusión. De hecho, es este tipo de melodía popular al que se emplea como acompañamiento y realce en un momento concreto de este ambiente taurino: en el paseíllo y cuando la faena de muleta ofrece lucimiento al espada y emociona al público.

El repertorio de la banda recoge interpretaciones instrumentales en las que se ofrecen historias relacionadas con el mundo taurino, y que narran, en esas letras que no se escuchan, faenas curiosas, anécdotas o el simple día a día de un diestro o maletilla.

«Manolete«, «Nerva» o «Tercio de Quite»  son algunos de los muchos títulos que se repiten durante las faenas música del baile español que se arranca y anima a los tendidos y al propio torero. Es más, son de esas melodías tradicionales que dan la vuelta al mundo con nuestra Fiesta Nacional.

LOS DETALLES:

De los 150 a los 3.000 euros. Dentro del bagaje de instrumentos que forman la banda destacan los de viento madera: saxofones, flautas, oboes y clarinetes; viento metal: trompas, trombones, trompetas, bombardinos; y de percusión, entre los que se encuentran cajas, platillos y bombos. El instrumento más barato está entre 150 ó 200 euros, flautas, trompetas o clarinetes; y el ejemplar más caro, entre 2.000 ó 3.000 euros, un saxofón, un tenor, una trompa o un oboe.

Pasodobles que sean conocidos. Éste es uno de los requisitos indispensables que tiene en cuenta el director de la banda de música a la hora de elegir el pasodoble que va a tocar el grupo. Canciones conocidas por el público del tendido, pasodobles «de toda la vida», cercanos a la tierra y dedicados a faenas o a prominentes figuras del toreo, maletillas o banderilleros.

Pasodobles taurinos: http://torosintempore.wordpress.com/pasodobles-taurinos/